La calidad del agua que sale del grifo no siempre es buena por las partículas o composición que tiene. Sobre todo, se nota mucho en zonas costeras, donde la cal suele ser uno de los grandes problemas.
Para ello, son muchos los usuarios que apuestan por instalar un sistema de osmosis inversa, una solución sencilla y que permite mejorar la calidad del agua y la salud de quien la ingiere. «Es sencillo de instalar, una inversión que tiene un retorno rápido porque evita la compra de agua embotellada y un sistema que está más que avalado para mejorar considerablemente la calidad de agua ilimitada que se puede ingerir y utilizar» explican desde Aquafuerte.
La osmosis consiste en aplicar un sistema de filtrado que utiliza filtros y membrana y por el que pasaría el agua, quedando atrapadas gran parte de las partículas e impurezas con las que llega por las tuberías.
¿Por qué apostar por este tipo de solución para mejorar el agua?
Son varias las ventajas de optar por este tipo de soluciones tanto en viviendas como en oficinas. Entre los motivos más destacados:
- Ahorro. Gracias a este tipo de sistema deja de ser necesario la compra de botellas de agua o de dispensarios con recambios. La osmosis permite que el agua que sale del grifo sea de calidad y ofrece un acceso ilimitado al agua.
- Es sostenible y respetuoso con el medioambiente. Al no necesitar de químicos que cambien la composición sino solo filtros y membranas, es un sistema que no contamina y que es ecofriendly.
- Es duradero. Tan solo hay que tener en cuenta los plazos que ofrecen los instaladores para el cambio de filtros para evitar la acumulación de bacterias en ellos. Más allá de eso, apenas necesita mantenimiento.
- Es una inversión en salud. Este tipo de filtrado permite dejar fuera los componentes nocivos, la cal e incluso algunos gérmenes, siendo un aliado perfecto para la salud de toda la familia o plantilla.
- PH del agua. Gracias a los filtros, se controla también la salinidad y ph del agua, permitiendo que sea acorde con los más exigentes.
¿Cómo se realiza la instalación?
Basta con elegir el sitio en el que se acoplará el sistema. Por norma general, lo más sencillo es que se realice bajo el fregadero ya que es de ahí de donde se recoge el agua para el consumo habitual y para las comidas.
Es necesario que sea un espacio que permita que entre la maquinaria y que, a ser posible, sea compacto ya que, de no serlo, será necesario plantear dónde poner el depósito de acumulación.
También hay que definir dónde se situará el llamado grifo de servicio, que será el que ofrece el agua tratada mediante la osmosis. De no querer añadir un nuevo al fregadero, será necesario incorporar uno de tres vías para que se pueda diferenciar entre el agua que entra de las tuberías sin tratar y que podría usarse, por ejemplo, para el fregado de suelos, frente al agua tratada para el consumo.
«Hay que tener en cuenta que el agua que proporciona la osmosis inversa ha de ser siempre fría, por eso todos los sistemas suelen traer precisamente el grifo de servicio, para evitar que se pueda perjudicar la instalación con agua caliente» explican.