MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Las personas con elevada impulsividad presentan mayores dificultades para adherirse a patrones dietéticos saludables, pero muestran más facilidad para seguir patrones no saludables, que incluyen carne roja e hidratos de carbono refinados.
Así se desprende de un estudio realizado por un equipo del área de Obesidad y Nutrición del Ciber (Ciberobn), en la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV). Según sus autores, es el primero de estas características y sus resultados han sido publicados en la revista científica ‘International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity’.
Los investigadores realizaron un estudio observacional con más de 460 voluntarios de cuatro centros de investigación españoles, a los que siguieron durante tres años para analizar las asociaciones existentes entre el rasgo de personalidad impulsivo de las personas y la adherencia a distintos patrones dietéticos saludables o no saludables.
La evaluación de la impulsividad se midió al comienzo del estudio mediante un cuestionario que evalúa el rasgo de personalidad impulsivo. Asimismo, se evaluó la adherencia a ocho patrones dietéticos saludables (orientados a la reducción del riesgo cardiovascular, hipertensión, colesterol, declive cognitivo y ser sostenibles con el planeta), así como la adherencia a dos patrones alimenticios no saludables.
Los resultados confirmaron que las personas más impulsivas, las que muestran una gran urgencia por responder rápidamente a sus emociones y una peor planificación, tienden a tener más dificultad para adherirse a patrones dietéticos saludables orientados a la reducción de riesgo cardiovascular, colesterol e hipertensión.
Estos patrones saludables contienen menos carne roja y procesada, y menos hidratos de carbono refinados. Para las personas más impulsivas es más difícil restringir estos alimentos, ya que manifestaron su urgencia por ingerirlos sin pensar en otras opciones más saludables.
El estudio ha estado liderado por el investigador predoctoral Carlos Gómez-Martínez, bajo la dirección del equipo investigador formado por Nancy Babio, Jordi Júlvez y Jordi Salas-Salvadó, de la Unidad de Nutrición Humana de la URV -IISPV y el Ciberobn.