Madrid se está convirtiendo en uno de los espacios perfectos para quienes en la sierra o en zonas como El Pardo deciden ir a correr campo a través.
También conocido como trail running se trata de una actividad física exigente que combina resistencia cardiovascular, fuerza muscular y agilidad.
Si bien ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar, también conlleva un alto riesgo de lesiones y sobrecargas debido a las características del terreno y la intensidad del esfuerzo. Por ello, las personas que practican esta disciplina requieren de un seguimiento por parte de un fisioterapeuta especializado, preventivo y recuperativo, que atienda sus necesidades particulares.
¿Cuáles son las principales demandas de estos deportistas?
Las superficies irregulares, las pendientes pronunciadas y los cambios bruscos de ritmo exigen una mecánica de carrera más compleja que la del running en asfalto. Esto genera un mayor impacto en articulaciones como tobillos, rodillas y caderas, así como un sobreuso de ciertos grupos musculares, especialmente en el tren inferior.
Las carreras por el campo suelen implicar largas distancias, desniveles considerables y condiciones climáticas variables, lo que aumenta la fatiga muscular y el estrés general del cuerpo.
“La fisioterapia preventiva se enfoca en evaluar desequilibrios musculares, corregir patrones de movimiento ineficientes y diseñar programas de fortalecimiento específicos. Con eso se evitan lesiones más graves” explican desde Physius, quienes desde su clínica de fisioterapia en sanchinarro y virgen del cortijo, tratan a corredores de la zona de El Pardo.
Otro aspecto clave es la atención a las lesiones cuando llegan. Entre ellas, destacan esguinces de tobillo, tendinopatías (como la del tendón de Aquiles o la rotuliana), síndrome de la cintilla iliotibial, fascitis plantar y contracturas musculares en la zona lumbar o los isquiotibiales.
En este contexto, funcionan bien los tratamientos efectivos como terapia manual, técnicas de liberación miofascial, neuromodulación, punción seca y ejercicios de recuperación activa para acelerar los tiempos de curación y evitar recaídas.
Además, los fisioterapeutas desempeñan un papel importante en la educación del corredor, promoviendo hábitos saludables como una adecuada planificación de cargas de entrenamiento, estrategias de calentamiento y enfriamiento, y ejercicios de propiocepción para mejorar la estabilidad y el control neuromuscular en terrenos inestables.
Por último, no debe olvidarse el componente psicológico. El acompañamiento fisioterapéutico también contribuye a restablecer la seguridad del corredor, ayudándole a recuperar la funcionalidad completa con un enfoque individualizado y progresivo.