En la mente de todo el mundo existe el baño perfecto. Ese que sale en las revistas, con bañeras tipo vintage, unas vistas hacia la naturaleza únicas, una ducha moderna con un plato que destaque y un espacio grande.
Sin embargo, la realidad es bien diferente. Una de las tendencias más habituales ahora en el sector inmobiliario es la vivienda pequeña. Con la sociedad que cada vez tiende a vivir de forma individual, han sido los estudios algunos de los inmuebles con más movimiento en las grandes ciudades.
Quien se hace con un inmueble de este estilo, por norma general, tiende a reformarlo para tratar de modernizarlo – suele estar en las zonas más céntricas de las capitales – y sacar partido a los metros al máximo.
«En el caso del baño, es vital contar con asesoramiento para sacar, en el mínimo espacio, el mayor provecho» explican los expertos en reformas de baño conducha.es.
¿Cómo se consigue eso?
En primer lugar, hay que contar con el tipo de imprescindible en un baño: esto es un lavabo y el inodoro. Se puede prescindir de otro tipo de piezas como los bidets.
Para elegir el lavabo, es recomendable pensar en un tamaño que no sea excesivamente pequeño para que de verdad sea útil, pero que no ocupe espacio en exceso para el paso. En este caso, es recomendado el tipo de mueble que lleva integrado el lavabo y sirve, a la vez, de almacenamiento en la parte baja. Normalmente, para baños con espacio reducido, se recomienda un estilo rectangular. Apostar por los espejos pegados o integrados en la pared y que sean grandes es también clave para dar más sensación visual de espacio.
El inodoro suele ser tamaño estándar, por lo que poco se puede decir más allá de buscar pocas líneas para evitar que sea incómodo el paso alrededor del mismo.
Obviamente en un estudio hay que optar por ducha en la mayoría de los casos. La ventaja de esta solución, aparte de ganar espacio, es la opción de diseño que hoy se permite.
Muchas opciones pasan por un plato de ducha de piedra natural que permita movilidad sin renunciar al estilo. Para ello, el alicatado de la ducha suele diferenciarse del resto del baño para otorgar esa sensación de separación de espacios.
Las mamparas fijas por las que se deja un hueco de paso están siendo las ganadoras en las últimas modas precisamente por facilitar el diseño. En cuanto a la ducha en sí misma, cada vez se tiende a desplazar de la pared al techo para ganar una experiencia tipo lluvia que convence y que moderniza el baño.
Es buena idea también el apostar por un toallero en forma de radiador para garantizar el orden.
