¿Cómo triunfar con la iluminación en casa?

Una casa, un hogar. Ese es el lema que se debería seguir para entender por qué, al entrar por la puerta del domicilio, todo se relaja, todo es más natural y uno es eso, uno mismo.

Pero, ¿qué tiene ese ambiente que lo hace ser único? Cada persona tiene un estilo de decoración distinto que hace que sus rincones y zonas de descanso luzcan completamente distintas a las del vecino. Sin embargo, si hay algo que marca diferencia, más allá de la personalidad de cada cual, es la iluminación que se da a cada estancia y que la hace única.

Pero, ¿cómo acertar con ello?

Basta tener claro el uso de cada zona para entender si necesita más luz directa o indirecta.

Las lámparas, al igual que las bombillas seleccionadas, son claves para conseguir esos efectos que consigan potenciar una zona.

Por partes, habría que distinguir la luz necesaria para cada estancia. Siguiendo los consejos de kionadecoracion.com, hay una serie de reglas que permiten mejorar al máximo la luz en el interior.

Iluminar por zonas

Hall de entrada: para el hall de entrada nada como lámparas o halógenos que potencien una luz cálida pero potente. Al entrar a casa o recibir a alguien es necesario ver. De ahí que se recomienden lámparas de techo que permitan que la luz se dispare hacia las paredes.

Salón: el salón habría que dividirlo en zonas. En la de comedor, es necesario poder comer con luz, con una lámpara de techo que enfoque hacia la mesa y permita distinguir todo lo que en ella hay. Es más recomendable apostar por luces cálidas para dar, pese a esa potencia lumínica, una sensación no fría. En la zona de sofá, nada como una luz indirecta más tenue para cuando se está viendo la tele que sirva de apoyo a una lámpara más directa por si se quiere leer o trabajar.

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Pasillo: es una zona de paso donde apenas se está, por ello, con luces indirectas podría salvarse.

Despacho: las lámparas de mesa, en este caso, son fundamentales. Más allá de la luz del techo, disponer de una auxiliar que ilumine – sobre todo en las tardes de invierno – la zona de trabajo es clave para no hacerse daño a la vista.

Baños: los halógenos están siendo los grandes descubrimientos. Al entrar en el baño se recomendaría una luz más fría que la del resto de estancias porque aquí, verse para las rutinas de limpieza o maquillaje es clave, así como para tener seguridad en la ducha.

Cocina: igual que en el baño, aunque lo recomendable es optar por luz fría, se recomienda también jugar con alguna cálida para que no sea tan intensa. Las luces de techo apoyadas por las sobreencimera son la clave para acertar.

Dormitorios: es zona de descanso, de relax. Más allá de disponer de una luz de techo que potencie la iluminación general con una luz cálida, se puede apostar por el apoyo de dos lámparas de mesilla como auxiliares para momentos de lectura o de diálogo.

Los temporizadores e incluso apostar por un sistema inteligente que con comandos de voz encienda o regule la intensidad de la luz está siendo, sin duda, la tendencia y revolución de los hogares.

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