Cada vez que cualquier pequeño electrodoméstico de casa falla, se convierte automáticamente en un contratiempo a solucionar.
Pero cuando de la lavadora o lavavajillas se trata, todo complica mucho más las rutinas familiares.
Aunque son electrodomésticos que tienen un periodo de vida relativamente largo, es habitual que puedan surgir algunas averías que, gracias a cualquier profesional como el técnico balay, por ejemplo, queden solucionadas en tiempo récord.
¿Cuáles son las más habituales?
Hay varios problemas que son mucho más habituales de lo que se piensa en el mundo de la avería de lavadoras.
No centrifugado, el tambor que no gira o incluso la lavadora que no se pone en marcha pese a haber seleccionado el programa. Estos tres son de lo más común al llamar a los servicios técnicos.
En el caso de la que no se pone en marcha, suele ser problema o bien del cierre de puerta o incluso del filtro, pero no es el único incidente. Por norma general, el centrifugado y el tambor suelen tener como origen un problema de motor, pero no es la única posibilidad, también puede suceder que el peso de la carga mojada haya superado el recomendado para el electrodoméstico y eso haga que no tenga la suficiente fuerza para ponerse a máxima potencia.
Todo esto, gracias a cualquier técnico, es mucho más sencillo de diagnosticar. Incluso el agua puede llegar a afectar.
Y este es un punto a tener muy en cuenta en lo que a lavavajillas se refiere.
En zonas de costa o insulares, la calidad del agua a veces no es la más idónea para los electrodomésticos y uno de los que más lo sufren, por la visibilidad del fallo, es el lavavajillas, que no termina de rematar y hacer que luzcan los vasos limpios.
Aunque el agua, por ejemplo, en Palma de Mallorca es potable, es habitual que los turistas y quienes viven durante el año opten por ciertos filtros y por el uso de agua embotellada para su consumo. De hecho, hablar de esta isla es hacerlo de una de las aguas consideradas más duras de toda España, con lo que eso conlleva también para los electrodomésticos y su mantenimiento.
En el caso de lavavajillas, uno de los principales problemas suele ser que las aspas, si no se usan ciertos productos específicos, se acaban llenando de cal y, con ello, echando un chorro menor por el cierre de los orificios.