MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
La vicealcaldesa y portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, manifestó este jueves que «es evidente que a ninguno nos gusta que se tengan que producir esas situaciones de talas», pero matizó que cuando se producen obras «tan relevantes» como la estación de Atocha o la que tiene que ver con la Línea 11, «a veces, es inevitable que se produzca alguna afectación».
Así lo afirmó durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno ante la convocatoria de nuevas protestas para pedir que no se talen los árboles de Madrid Río, en el distrito de Arganzuela, ante las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro.
«Tenemos conocimiento de que se va a producir una nueva manifestación, una nueva concentración de protesta», constató Sanz, quien mostró el respeto «total y absoluto» a que los vecinos puedan expresar sus opiniones.
En este sentido, transmitió también su extrañeza ante que haya «talas de primera o de segunda, o talas de derechas y talas de izquierda». Por ello, añadió que les sorprende «bastante» que el debate «se plantee en esos términos».
Así, lamentó la portavoz municipal, «cuando la obra la propone una administración liderada por un partido son talas buenas, pero cuando lo propone una administración de otro partido no son talas buenas». «No es un ámbito racional para la discusión», apostilló.
Sanz remarcó que «es evidente que a ninguno nos gusta que se tengan que producir esas situaciones de talas, pero cuando se producen obras tan relevantes como alguna de las que estamos hablando como la estación de Atocha o la que tiene que ver con la Línea 11, a veces es inevitable que se produzca alguna afectación».
La vicealcaldesa aseguró que «siempre, por supuesto, tratamos de que sean las menores posibles y cumpliendo con todas prescripciones legales para que todo lo que haya que hacer cumpla con la normativa vigente».
A partir de ahí, informó de que «no hay ninguna novedad» sobre la situación de la posible tala de árboles en el parque de Arganzuela y apuntó que «se estudiarán todas las peticiones que hay encima de la mesa de todas las posibles obras y sus posibles afectaciones».
Por último, incidió en que los debates «los deberíamos establecer en un marco menos partidista y más racional», porque si no «creo que se pierde un poco la objetividad de algunas de las demandas que se plantean».
