MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Los animales invertebrados que viven en los ríos de agua fría de deshielo de los Alpes europeos se enfrentan a una pérdida generalizada de su hábitat porque los glaciares de esa cordillera se derriten actualmente a un ritmo sin precedentes debido al cambio climático.
Así lo explica un equipo de 12 investigadores pertenecientes a instituciones de Austria, Francia, Italia, Reino Unido o Suiza, en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Nature Ecology & Evolution’.
El trabajo señala que es probable que muchas de las especies de invertebrados en los Alpes queden restringidas a hábitats fríos que solo persistirán más arriba en las montañas y que esas áreas también experimenten presiones de las industrias del esquí y el turismo o el desarrollo de plantas hidroeléctricas.
Los invertebrados, que incluyen moscas de piedra, mosquitos y platelmintos, desempeñan un papel clave en el ciclo de nutrientes y la transferencia de materia orgánica a peces, anfibios, aves y mamíferos en el ecosistema alpino más amplio.
Con el uso datos de mapeo de glaciares, paisajes y biodiversidad recopilados en los Alpes, científicos de varios países europeos simularon cómo es probable que cambien las poblaciones clave de invertebrados en la cordillera entre ahora y 2100 debido al cambio climático.
A medida que el clima se calienta, el modelo predijo que las especies de invertebrados buscarían condiciones más frías en las partes más altas de la cordillera en el futuro, es probable que estas áreas más frías también sean prioritarias para el esquí, el turismo o el desarrollo de centrales hidroeléctricas.
«Los conservacionistas deben pensar en cómo deben evolucionar las designaciones de áreas protegidas para tener en cuenta los efectos del cambio climático», indica Lee Brown, profesor de Ciencias Acuáticas en la Universidad de Leeds (Reino Unido), quien añade: «Puede ser que algunas especies tengan que ser trasladadas a áreas de refugio si queremos salvaguardar su supervivencia, ya que muchas de ellas no vuelan mucho y no pueden dispersarse fácilmente por las montañas».
CAMBIO DEL CLIMA
La investigación, que involucra una colaboración entre nueve instituciones de investigación europeas, reunió datos sobre la distribución de especies de invertebrados en los Alpes, un área que cubre más de 34.000 kilómetros cuadrados, y la cartografió junto con los cambios esperados en los glaciares y los flujos de los ríos.
Había suficientes datos para modelar lo que probablemente sucedería a 19 especies de invertebrados, principalmente insectos acuáticos, que viven en las regiones de agua fría de los Alpes.
«Hemos cuantificado que a medida que los glaciares se derriten y retroceden, los ríos que atraviesan los Alpes experimentarán cambios importantes en sus fuentes de agua», subraya Jonathan Carrivick, de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds.
Carrivick agrega: «A corto plazo, algunos transportarán más agua y se formarán nuevos ríos tributarios, pero dentro de varias décadas la mayoría de los ríos se volverán más secos, fluirán más lentamente y se volverán más estables, e incluso podría haber periodos en un año en los que haya no hay flujo de agua. Además, la mayor parte del agua en los ríos alpinos también será más cálida en el futuro».
PERDEDORES Y GANADORES
A finales de este siglo, el modelo predice que la mayoría de las especies habrían experimentado «pérdidas constantes» de hábitat. Se espera que las más afectados sean los mosquitos que no pican (‘Diamesa latitarsis’, ‘Diamesa steinboecki’ y ‘Diamesa bertrami’), la mosca de la piedra (‘Rhabdiopteryx alpina’) y la mosca efímera (‘Rhithrogena nivata’).
Sin embargo, se espera que varias especies se beneficien de los cambios de hábitat, incluido el platelminto ‘Crenobia alpina’ y la mosca de cabeza plana (‘Rhithrogena loyolaea’).
Otras especies encontrarían refugio en nuevos lugares. Los científicos predicen que los insectos ‘Dictyogenus alpinus’ y ‘Drusus discolor’ podrán sobrevivir en el valle del Ródano (sureste de Francia), mientras que otras especies se perderán en los ríos que desembocan en la cuenca del Danubio.
Comprender cómo responden las poblaciones de invertebrados a los cambios climáticos es clave para comprender cómo puede verse afectada la biodiversidad en las zonas montañosas altas, y las técnicas desarrolladas en el estudio podrían aplicarse a otros entornos montañosos.
El Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido contribuyó a la financiación del estudio.