Hay que tomar en cuenta que el sentido numérico no es una capacidad de contar, sino la capacidad de explorar que algo posee cambios en una recopilación pequeña. Ciertas especies de animales son competentes de esto. La cantidad de crías que posee la madre animal, si se modifica, será advertida por todos los mamíferos y la generalidad de las aves. Los mamíferos poseen cerebros más desplegados y crían menos crías que otros géneros, pero atienden mejor a sus crías durante una etapa de tiempo mucho más extenso.
Numerosas aves poseen un buen sentido numérico. Si su nido tiene cuatro huevos, uno logra tomarse de manera segura, pero cuando se toma dos, el ave habitualmente abandona el nido. El pájaro logra distinguir dos de tres huevos.
Una comprobación realizada con un jilguero mostró la capacidad de diferenciar montones de semillas, basándose en tres de uno, cuatro de dos, tres de dos, cuatro de tres y seis de tres. El jilguero casi siempre se confunde con una cantidad de cinco de cuatro, siete de cinco, ocho de seis, y diez de seis.
Otra tentativa implicó a un asistente que estaba tratando de lanzarle a un cuervo que creó su nido en la torre de su propiedad. El sirviente trató de atrapar al cuervo, pero al aproximarse, el cuervo se marcharía, observaría desde la distancia, y no volvería hasta que el hombre dejara la torre. El sirviente llevó a otro hombre con él a la atalaya. Un hombre se fue y el otro permaneció para conseguir el cuervo cuando volvió al nido, pero el cuervo no fue falseado. El cuervo se conservó alejado hasta que salió el otro individuo. El ensayo se repitió al día siguiente con tres personas, pero el cuervo no volvió al nido. Al día siguiente, cuatro personas lo intentaron, pero no fue hasta el día siguiente con cinco personas que el cuervo regresó al nido con una persona todavía en la atalaya.
En el cosmos de los insectos, la avispa solitaria se consideraba por tener el mejor sentido numérico. La avispón madre coloca sus huevos en celdas particulares y suministra a cada huevo diversas orugas vivas en las que los jóvenes se nutren cuando nacen. Ciertas especies de avispas siempre suministran cinco, otras una docena y otras hasta veinticuatro gusanos por célula. La avispa solitaria en la especie Eumenus, colocará cinco larvas en la célula si va a ser un macho este suele ser más pequeño convirtiendo esta habilidad muy instintiva para esta especie.