Que el running está de moda es quedarse corto. Es uno de los deportes de cardio elegidos por la mayoría de quienes quieren estar en forma. En mayor o menor medida tiene sentido porque requiere de poco para poder practicarse.
Una buena aplicación, ropa térmica en invierno y ligera en verano y un buen calzado hacen el equipo de todo el que quiera ponerse en marcha, a su ritmo, para acabar corriendo alguna carrera o para hacerse un plano con los mejores maratones del mundo como objetivo en el medio largo plazo.
«Lo más importante, en realidad, es el calzado. Unas deportivas para runners tienen unas características especiales que protegen el pie, su impacto con el suelo y también las articulaciones. Deben ser de materiales buenos y duraderos y garantizar una buena sujeción» explican desde deportesevolution.com
Por suerte, hoy en día la oferta de calzado deportivo es casi infinita. Más allá de marcas, hay una serie de ecommerces que aglutinan en su catálogo los mejores productos para que se puedan comparar precios, prestaciones y, sobre todo, para encontrar realmente lo que se busca.
Recomendaciones para elegir zapatillas de runner
- Qué tipo de pisada se tiene al correr. En muchos lados se lee sobre la pronación del pie durante la carrera. Se trata del gesto que hace el pie cuando impacta contra el suelo al pisar la calzada después de la zancada de carrera. Conocer este gesto es clave para comenzar a elegir calzado.
- Desgaste del calzado. Una pista para saber qué tipo de zapatilla se necesita puede ser, también, revisar el desgaste habitual del calzado. ¿Por dónde suele marcarse más con el pasar de los meses? Fijarse en eso y leer sobre ello ayuda a tomar la decisión.
- Plantillas. Muchos corredores optan por comprar zapatillas neutras, es decir, que no tengan en cuenta la pisada, pero sí acudir a un especialista en el pie para que diseñe unas plantillas acordes a las necesidades de cada persona, teniendo en cuenta pisada, peso, tamaño del pie, anchura… Puede ser la solución para acertar.
- Siempre escoger una talla que permita que haya holgura entre el dedo gordo y la zapatilla. El pie tiende a moverse y de nada sirve ir totalmente enguantado. Se trata de que tenga movimiento para no hacer daño y no provocar posturas dáctiles complicadas.
- Material. Está claro que una zapatilla de deporte debe permitir que el pie respire. Se buscarán tejidos ligeros que permitan la ventilación. Los tejidos transpirables son clave, sobre todo en época estival.
- Comodidad. Nada de ir incómodo, una zapatilla de runner debe permitir correr con comodidad porque sino puede acabar provocando heridas, obligando a gestos malos al pie y, por tanto, acarrear lesiones.
- Amortiguación. Esta sí que es una clave básica. No es lo mismo correr en asfalto que hacerlo en el campo. Este argumento hay que tenerlo en cuenta a la hora de elegir las que mejor amortigüen el impacto y protejan las articulaciones.
- El complemento perfecto son los calcetines porque no hay runner que pueda hacerlo sin ellos. Los hay específicos para evitar rozaduras.
