¿Qué tener en cuenta al comprar calefactores de baño?

No hay una sensación más desagradable que tener que asearse y que el baño esté frío. Salir con el calor de la ducha a un entorno frío puede hacer que se viva uno de los contrastes de temperatura menos apetecibles, de ahí que haya muchos que ya buscan el remedio a través de la inclusión en la rutina de un calefactor de baño.

De hecho, es un aparato que durante años ha ido evolucionando. De los clásicos de ventilador se ha pasado a algunos que tienen placas cerámicas, aire caliente o, incluso, los que mejor prestación aportan actualmente, los que tienen un sistema de infrarrojo que lo que permite es calentar no el aire sino el interior de baño (mobiliario, la persona, etc.). Entra ya en Gavri.es si la intención es encontrar uno que sea seguro, ahorre energía y, sobre todo, sea de verdad eficiente.

Sin embargo, no se trata de buscar por internet el más bonito o el que más cuadre con el espacio, que también, sino de las prestaciones de cada aparato y, sobre todo, de las normas que debe cumplir ya que el entorno es húmedo y hay que evitar cualquier accidente o riesgo.

¿Qué hay que mirar entonces antes de decidirse?

En primer lugar, hay que tener en cuenta la dimensión del habitáculo. No es lo mismo acondicionar térmicamente un baño de 2 metros cuadrados que hacerlo de algunos que miden 8 metros. Se tratará de buscar uno cuya potencia esté acorde con el espacio a calentar para optimizar al máximo el tiempo y rendimiento.

Hay una serie de nomenclaturas en cada producto que deberían ser tenidas en cuenta a la hora de decidirse. De hecho, ya existen, precisamente para hacerlo universal, unos estándares que califican la estanqueidad y seguridad de los aparatos y más aún si se trata de un uso en un entorno naturalmente húmedo y con agua.

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¿Dónde se debe colocar el calefactor?

En realidad es sencillo. Bastará con tener varias cosas en mente.

  1. Debe enchufarse y colocarse lo más alejado posible de la fuente de agua que vaya a utilizarse. Es decir, nada de pegarlo a la ducha… sino apuntar a ella desde una zona sin salpicaduras.
  2. Evitar tocarlo con manos mojadas o pies descalzos para evitar riesgos innecesarios.
  3. Terminantemente prohibido cubrirlo con toallas o ropa. Está muy bien querer calentar las prendas, pero para eso existen toalleros y demás opciones que están diseñados para ello.

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