Sin duda, lo más importante de una boda es la pareja que se va a prometer amor eterno…pero seamos realistas, el entorno y la organización y detalles es lo que diferencia unas de otras y que hace que algunas se conviertan en inolvidables.
¿Qué tiene que tener una boda para convertirse en eso, en un acontecimiento único e inolvidable?
Según los expertos en este tipo de eventos como aloebyvera.es, 3 detalles que son los que, fuera de la pareja, enamoran a los invitados: un entorno idílico, un catering bien pensado y una buena planificación de las mesas.
Y, es en ese primer concepto, en el entorno idílico, donde la naturaleza cobra protagonismo.
Desde hace unos años no hay boda que se precie que deje de lado la decoración floral. De hecho, se ha convertido en uno de los grandes diferenciadores para crear espacios únicos tanto en el lugar donde se celebre la ceremonia – ya sea religiosa o civil – y el convite.
¿Qué sensación dieron las imágenes que la casa real británica publicó de la boda sorpresa de la princesa Beatriz de York? Las de una boda de ensueño y solos e vio a la pareja saliendo de una puerta que estaba cubierta con un arco de flores silvestres y salvajes.
Esa es la sensación que hoy en día es tendencia, es incluir la naturaleza en entornos que permitan esa conexión con colores y tonos únicos. Quien pasea por ellos siente el aroma y frescura, pero sobre todo es el impacto visual el que ha servido de inspiración para cientos de contrayentes el último año.
Sin llegar al extremo de la princesa York, cuya portada fue excesiva para muchos espacios más civiles, es viable apostar por una decoración que siga un mismo hilo conductor en el ramo de la novia, en la flor del ojal del novio y padrino, en el lugar de la ceremonia y, cómo no, en el convite.
3 tendencias que no fallan y sorprenden
- La Inglaterra y su campiña suele ser clave en este tipo de decoración. Se trata de colores entre verde, ocre y rosados y sirve para crear entornos idílicos como si de una novela de Emilie Brönte se tratara. Para parejas que buscan ese romanticismo es clave apostar por este tipo de terminaciones que, en conjunto con un salón de convite en esos tonos cromáticos, da sentido al todo.
- Apostar por la originalidad y viajar por el mundo con centros temáticos para cada mesa. Así, desde la selva hasta la campiña, pasando por el bosque mediterráneo o la sabana africana, se puede dar un espectáculo lleno de matices que hable de los viajes de los novios, de sus orígenes o incluso de sus amigos.
- Apostarlo todo a un único color y que sea con distintas texturas. Un verde, un blanco, un lila…da igual, todo a uno. La ventaja es que la naturaleza es muy variada y es posible apostar por ello sin excesos. Las texturas que se consiguen, sobre todo en bodas más desenfadadas, es único.
