Para quienes no conozcan esta nueva tendencia, las partidas de airsoft tienen mucho de estrategia, pero también, cómo no, de actividad.
Aunque algunos no lo consideren deporte de aventura, está muy cerca de poder justificarse como tal ante la sociedad dado el grado de adrenalina que se consigue jugando una partida con amigos y contrincantes.
Básicamente se puede hacer una primera división hablando de la distancia que se utilice para desarrollar la acción.
Pero empecemos desde el principio de todo. Esta tendencia tiene su origen en los años 70, cuando las armas de imitación comenzaron a ser tendencia para no estar rompiendo la legalidad de los países y conllevó el desarrollo y diseño de ciertos juegos basados en estrategias militares en las que los participantes, divididos en dos equipos, debían conseguir vencer al contrincante a base de disparos con pequeños balines que van produciendo bajas según impactan con el enemigo – siempre desde la seguridad de no herirse de verdad -.
«El realismo de las armas permite meterse de lleno en el juego y estrategia. ¡Hay incluso que practicar y entrenar la puntería! Está claro que es un juego sano, que pone a prueba la destreza, la capacidad de tomar decisiones sobre la marcha y también, por qué no decirlo, es un ejercicio que puede compararse a algunos de alto rendimiento» explican desde airsoftyecla.es.
Volviendo al tema de la distancia, es una práctica que se puede desarrollar bien al aire libre en campos abiertos donde es mucho más importante ser capaz de hacerse invisible o en edificios preparados para ello, ya sean naves o en altura que permiten que el juego sea aún más exigente.
Hay, además, una vez que se adentra en el airsoft, una serie de modos para poder jugar: desde el clásico enfrentamiento entre equipos, pasando por el histórico airsoft donde vestuario y rigor histórico tienen mucho protagonismo o incluso pasando por las simulaciones militares o tácticas donde el guion preestablecido debe cumplirse a rajatabla.
Sea cual sea la elección, lo cierto es que es un tipo de actividad apta para jugar en grupos de amigos y de disfrutar gracias a las posibilidades que ofrecen las armas, el contexto, los espacios para jugar y, cómo no, la diversión y ejercicio que se desarrollan.